La sociedad y religión de Marruecos
La sociedad de Marruecos está muy determinada, a su vez, por la religión de Marruecos: el Islam. Por ello, conviene conocer algunos aspectos básicos relacionados con esta última, así como hábitos y tradiciones que deberás comprender y respetar durante tu viaje a este país.
Islam: religión de Marruecos con carácter oficial e indiscutible
Marruecos es un país islámico no solo porque esta religión lo impregna todo en el día a día, sino también porque así lo estipula oficialmente la Constitución: según uno de sus artículos, “el Islam es la religión del Estado”. Este mismo artículo también afirma que se “garantiza a todos el libre ejercicio de los cultos”.
Y no solo eso: otros artículos refuerzan el carácter indiscutible de esta religión en Marruecos. Por ejemplo, en otro pasaje de la Constitución se indica que “ningún miembro del Parlamento podrá ser perseguido” en el ejercicio de sus funciones salvo que exprese opiniones “que cuestionen la religión musulmana”, entre otros supuestos. Además, en el artículo 175 se afirma que “la forma monárquica del Estado” y la “religión musulmana no podrán ser objeto de reforma constitucional”.
De hecho, la propia monarquía de Marruecos está muy vinculada con el Islam: la dinastía alauita, a la que pertenece el soberano o sultán de Marruecos, asegura ser descendiente directa de Mahoma, a través del califa Ali ibn Abi Tálib (yerno de Mahoma) y Fátima (hija de Mahoma). Por ello, el rey de Marruecos es, a su vez, la máxima autoridad espiritual en el país, y ostenta el título de “Amir al-Muminin”, es decir, “comandante de los fieles”.
En qué consiste el Islam: relación con otras religiones
El Islam es una religión monoteísta, al igual que el judaísmo y el cristianismo, es decir, solo acepta un Dios, a diferencia de las religiones politeístas que admiten diferentes divinidades. “Islam” significa, litleralmente, “sumisión a Dios”, por lo que un creyente musulmán debe acatar sus dictados.
Esos dictados están plasmados en el Corán, el libro sagrado del Islam. El judaísmo y el cristianismo también cuentan con un libro sagrado: la Torá y la Biblia, respectivamente. Y no es casualidad que el Islam y el Corán tengan aspectos comunes con esas religiones y sus libros sagrados. Por ejemplo, comparten una tradición profética: la religión musulmana. De hecho, otorga estatus de profeta a Jesucristo y a los profetas judíos, como Moisés y Abraham, siendo continuador de todos ellos (y el más importante) Mahoma.
En ese sentido, dhimmi es una palabra usada en el Islam para referirse a las “Gentes del Libro”, es decir, seguidores de una religión abrahámica o monoteísta, con una Escritura Revelada. Y por ello, en el pasado los dhimmi tuvieron un trato relativamente favorable por parte de las autoridades musulmanas.
Además, conviene recordar que en el sunismo, la corriente islámica de esta religión en Marruecos, también se acepta la Sunna, es decir, una colección de hechos y dichos atribuidos a Mahoma, aunque no forman parte del Corán.
Los cinco pilares del Islam
No obstante, más allá de algunos aspectos comunes básicos del Islam, el judaísmo y el cristianismo, lo cierto es que la religión musulmana tiene unas normas fundamentales que todo creyente debe respetar. Son los llamados ‘cinco pilares del Islam’, que se cumplen a rajatabla por la sociedad de Marruecos:
- La profesión de fe (shahada). “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Así lo debe proclamar un musulmán ante dos testigos, además de rechazar el politeísmo
- La oración (salat). Debe realizarse cinco veces al día, ya sea dentro de una mezquita (donde una persona conocedora del Corán debe dirigir el rezo) o en cualquier otro lugar, pero siempre mirando en dirección a La Meca
- La limosna (zakat). Supone una donación que se ha de dar a los más necesitados o a la comunidad. Puede ser espontánea u obligatoria y estipulada, con un porcentaje concreto
- El ayuno (swan). Conocido como Ramadán, es una de las tradiciones más asentadas para quienes profesan esta religión en Marruecos. Se realiza el noveno mes del calendario lunar, durante las horas del día. Se considera un acto de purificación interior, quedando prohibido comer, beber y tener relaciones sexuales. Por ello, durante las horas de ayuno el ritmo de la vida se reduce a la mínima expresión, todo lo contrario que cuando llega el iftar, comida nocturna con la que se rompe dicho ayuno. Para un viajero no creyente, respetar este ritmo es fundamental, comportándose de tal modo que sus actos no puedan herir la sensibilidad de quienes están ayunando
- Peregrinación a La Meca (hajj). A ella están obligados, al menos una vez en la vida, todos los creyentes que tengan buenas condiciones físicas y económicas. Ya en La Meca, todos los fieles deben llevar una vestimenta blanca de dos piezas, con el fin de no hacer distinción de clases y hacer entender la igualdad de todos los creyentes ante Alá
La sociedad en Marruecos y la influencia del Islam
En la sociedad de Marruecos, todos los ámbitos de la vida están regidos por los preceptos del Islam: tanto a nivel público como privado, desde el ordenamiento jurídico (basado en la corriente maliki) hasta la educación en las escuelas. El ritmo diario, semanal y anual sigue marcado por la obligación de rezar y ayunar según lo estipulado.
El calendario, por cierto, por el que se rige la sociedad de Marruecos es lunar, a diferencia del calendario cristiano, que es solar. Además, toma como referencia (inicio de la era musulmana) la Hégira, es decir, la huida del profeta Mahoma desde La Meca hacia Medina. Eso se produjo en el año 622 de la era cristiana. Sin embargo, para calcular un año musulmán no es correcto restar 622 años al calendario cristiano, pues no son equivalentes: el calendario lunar es más corto, con solo 354 ó 355 días.
La educación también está muy condicionada por la religión en Marruecos, que es una de las materias obligatorias, aunque su carga lectiva puede variar según el tipo de escuela. Además, existen numerosas madrasas o medersas, que son escuelas coránicas donde se estudia a fondo el Corán y sus aplicaciones, normalmente con la intención de convertirse en imán. Algunas de estas medersas son realmente históricas y bellas, siendo auténticos monumentos a visitar en ciudades como Fez o Marrakech.
El matrimonio, que es una tradición muy arraigada que te contamos en esta otra página, también está muy relacionada con la religión en Marruecos. Se considera el paso obligatorio para formar una familia, que es a su vez la unidad básica en la sociedad de Marruecos. El bautizo, la importancia de los niños y el cuidado máximo a los ancianos son otros aspectos que también se pueden citar aquí.
De igual manera, los papeles que se otorgan al hombre y a la mujer tienen su explicación, en buena medida, en la religión. En Marruecos, las mujeres se encargan principalmente del cuidado y de las decisiones importantes sobre los hijos y la casa, elementos fundamentales en la familia. Por ello, las ancianas son precisamente las personas más respetadas, escuchadas y tenidas en cuenta en un hogar marroquí.
De la misma manera, la religión, en Marruecos, tiene una gran influencia en muchos detalles de la vida cotidiana, que afectan no solo a los propios marroquíes sino también a los turistas. Cabe destacar el uso del velo o hiyab por parte de las mujeres, pues es una tradición ligada a la religión, mencionado en el Corán. Las turistas no creyentes, de igual manera, tendrán un gesto de gran cortesía si deciden cubrir también su cabeza, aunque sea de manera más sutil. No obstante, no es obligatorio hacerlo.
Sí resulta imprescindible cuidar la vestimenta cuando se está en el entorno de una mezquita y, sobre todo, si se accede a una de ellas: aunque las mezquitas visitables turísticamente son una excepción, si tienes ocasión de hacerlo deberás evitar vestimenta corta y provocativa y, si eres mujer, deberás usar obligatoriamente el velo. Además, también tendrás que descalzarte para acceder al templo.
Por otro lado, está permitido tomar fotografías de una mezquita desde el exterior, pero deberás hacerlo desde una distancia prudente. Y sobre todo, no deberás fotografiar a ninguna persona que se encuentre en el interior, especialmente si está rezando, puesto que se considera una intromisión grave en la privacidad de las personas.
Otras religiones en Marruecos
Como decíamos, la Constitución de Marruecos “garantiza a todos el libre ejercicio de los cultos”. Sin embargo, si esa frase se refiere a otras religiones, se aplica solo a extranjeros o a personas cuyas familias tienen otros orígenes religiosos, puesto que no se contempla la posibilidad de que un musulmán se convierta a otra religión.
Precisamente por ello, las cifras que hablan de otras religiones en Marruecos son realmente bajas: aproximadamente un 1% de la sociedad de Marruecos practica el cristianismo, y las principales iglesias que existen en la actualidad son construcciones supervivientes de la época de los Protectorados francés y español.
Por otro lado, se calcula que solo unas 5.000 personas son judíos, residiendo principalmente en Casablanca. En realidad, la población judía era mucho más numerosa a comienzos del siglo XX, y con una gran influencia y prestigio en todas las esferas de la sociedad de Marruecos, pero la gran mayoría emigró a Israel poco después de la creación de ese Estado. En cualquier caso, el rey mantiene la tradición de rodearse de algunas personas judías en su círculo político de confianza, como pueden ser ministros o consejeros.