La música de Marruecos: entre el folclore puro y los nuevos tiempos
La música de Marruecos es una de las expresiones más puras y sorprendentes de la cultura del país, arraigada en el folclore más tradicional y conectada con las danzas que analizamos en esta otra página. Pero, como es lógico, las nuevas generaciones también han aupado a la escena musical otros géneros más actuales. De todo ello hablamos en esta página, con la que te animamos a abrir bien los oídos para disfrutar de los ritmos más locales y genuinos de Marruecos.
Música de Marruecos: una sorprendente y querida variedad
Se puede afirmar que Marruecos es el país árabe con una mayor riqueza musical en cuanto a géneros tradicionales se refiere. Y ello se debe precisamente a la mezcla de culturas y civilizaciones con las que este país ha estado en contacto en el pasado.
En ese sentido, los principales géneros de música de Marruecos son:
- Música popular marroquí
- Música bereber, rural o amazigh, dentro de la cual hay otros subgéneros, siendo uno de los más famosos la música chaabi
- Música andalusí o clásica
- Música gnawa
- Música sufí
Además de esta variedad, otra de las características más importantes de la música de Marruecos es que está muy anclada en el sentir popular de los marroquíes. La consideran parte de su identidad y una expresión cultural que debe mantenerse viva. Es por ello que se organizan festivales y actuaciones populares, en ocasiones de manera espontánea, a lo largo y ancho del país.
Música popular marroquí
La música popular marroquí es, en realidad, un término muy genérico que agrupa diferentes tipos de canciones ligeras, con sencilla instrumentación, a menudo cantadas en árabe dialectal (darija) y que se transmiten de padres a hijos, o incluso en la calle de manera espontánea e improvisada. Ejemplos de ello son:
- Aïta, muy difundida en Marrakech y su entorno, son cantos de sonido muy agudo acompañados por danzas femeninas y tamboriles
- Malhun, una especie de canto poético muy ligado a los artesanos, acompañado de una sencilla percusión
- N´fir, un género asociado a eventos religiosos populares
Música bereber, amazigh o rural
Se trata de una música de Marruecos que es inseparable de las danzas populares de las tribus rurales bereberes, especialmente del Atlas. De hecho, una importante fuente de inspiración es el entorno natural, y en otros muchos casos, Dios. Se suelen cantar en grupo con animados ritmos y ricas vestimentas, pero lo verdaderamente omnipresente es el bendir, una especie de pandereta tensada con piel de cabra.
Sus canciones están compuestas en los diferentes dialectos del amazigh, la lengua utilizada por los bereberes que, de hecho, prefieren llamarse a sí mismos amazigh (singular) o imazighen (plural), que significa “hombres libres”. Por ello, a menudo se habla de subgéneros según la región que se trate y, por tanto, su dialecto:
- Reggada y aarfa en el Rif, en el norte de Marruecos
- Ahidous, en la zona de Souss, en el sur de Marruecos
- Chaabi, en Tamazight, en el centro de Marruecos
Música andalusí o clásica
La música andalusí, también conocida a menudo como andaluza, es todo lo contrario a la música bereber o rural: se trata de un género de música de Marruecos de gran refinamiento, que hunde sus raíces en el esplendor cultural de Al-Andalus entre los siglos IX y XV, cuando el sur de España y Marruecos tenían fuertes lazos comunes. Y más concretamente a partir del siglo XIII, cuando las conquistas cristianas en territorio andaluz provocaron el éxodo de muchos andalusíes, que recalaron en ciudades como Fez, Meknes. Tetuán o Rabat, lo que ha dado lugar a subgéneros andalusíes según la ciudad.
Ese refinamiento se aprecia, por ejemplo, en la delicadeza de las letras, para las que se emplea el árabe culto. También destaca su sofisticación instrumental, que ejerció una gran influencia en la música occidental: algunos de los utilizados en este estilo son los precursores de otros que alcanzaron gran difusión en la Edad Media europea, como el oud o el rabab, precursores del laúd y del rabel, respectivamente.
Música gnawa
A este género musical hacemos referencia en la página dedicada a las danzas, puesto que es un estilo principalmente bailado. Se trata de un género de música de Marruecos que combina el amazigh con el del África negra. De hecho, la importancia de la percusión y el colorido de los ropajes utilizados nos remite a tipos subsaharianos, que quizás fueron introducidos en el país por parte de los esclavos traídos de países como Sudán.
Entre los instrumentos más destacados están las qraqab o castañuelas metálicas, así como el gimbri, una especie de bajo de tres cuerdas. El Festival de Música Gnawa que cada año se organiza en verano en Essaouira es una de las mejores ocasiones para descubrir este género. Pero también se puede encontrar en cualquier momento del año en localidades como Khamlia, llamado el pueblo de los negros, por donde pasan muchos de nuestros circuitos rumbo al desierto del Sahara.
Música sufí
De todos los géneros de la música de Marruecos, este es probablemente el que tendrás más dificultades para conocer. Es así porque está reservado a un entorno religioso al que no se puede acceder en la mayoría de las ocasiones. Se trata de cantos devocionales que a menudo prescinde de instrumentación o emplea muy poca en cada pieza. El objetivo de todo ello es la sanación interior y la meditación. Y precisamente por ello se emplea también para combatir el estrés.
En realidad, la música sufí no es un género exclusivo de la música de Marruecos: se puede encontrar en aquellos lugares donde hay presencia de musulmanes sufíes, una corriente del Islam que ahonda en los aspectos más místicos de esta religión. Por tanto, también se componen piezas de este tipo en lugares tan distintos como Indonesia o Egipto.
Instrumentos tradicionales de la música de Marruecos
En los apartados anteriores hemos hecho mención a algunos instrumentos marroquíes que son fundamentales para su género. Pero a continuación los recopilamos de nuevo, de una manera más exhaustiva, y añadimos otros que también llamarán tu atención.
- Gimbri: también llamado sintir y hajhouj, es un instrumento bajo de tres cuerdas que se utiliza principalmente en la música gnawa. Llama la atención su largo mástil y su alargada caja, recubierta normalmente de piel de camello
- Bendir: se trata de un tambor de marco que se sostiene con la mano y que recuerda a una pandereta, aunque no tiene decoración. La superficie de golpeo suele estar hecha de piel de cabra tensada. En el interior, unas cuerdas también tensadas aportan un sonido que recuerda al de un zumbido
- Rebab: se trata de un instrumento de cuerda, que según la variante puede ser pinzada o frotada, y por ello se considera un antecesor del violín. Se compone de un gran mástil y una pequeña caja de resonancia, a menudo recubierta con piel de oveja
- Oud: se trata de otro instrumento de cuerda, en este caso pulsada, y se considera precedente del laúd y la mandolina. Llaman la atención su pequeño mástil y su gran caja de resonancia, así como sus doce cuerdas
- Qraqab: son unas castañuelas metálicas muy empleadas en la música gnawa, un género que da gran importancia a la percusión
- Rhaita: también llamada gaita, es un instrumento de doble lengüeta que se utiliza ampliamente en la música andalusí
- Nira: humilde flauta que puede tener entre seis y ocho agujeros y que suelen emplear los pastores en el Alto Atlas
- Taarija: se trata de un tambor de tubo y una membrana en la parte superior, con forma muy parecida al djembé africano, es decir, a modo de copa. Su estructura suele tener una rica decoración
- Kuitra: un instrumento de cuerda usado en la música popular de Marruecos y de otros países del norte de África. Por su forma, es muy parecido al oud, aunque más estilizado y generalmente más decorado
- Qanun: instrumento de cuerda pulsada que el músico debe tocar sentado, manteniéndolo en posición horizontal sobre las piernas. Emplea con dos púas, una para cada mano. Otra opción es tocarlo con las uñas de los dedos
Museo Nacional de la Música de Marruecos
Como te contamos en esta página sobre los museos del país, una buena forma de conocer en persona todo lo que has leído hasta aquí es visitar el Museo Nacional de la Música de Marruecos, ubicado en la ciudad de Marrakech. Además de que el edificio que lo alberga es un espectacular monumento del siglo XVI, esta institución cuenta con una interesante colección de instrumentos que expone en sus salas. Además, organiza exposiciones temporales con fotografías, vídeos y piezas sonoras de importantes artistas ligados a la música tradicional.
Y lo que es más interesante: despliega una programación de actuaciones llamada Soirées de Mouassine, invitando a artistas y pequeños grupos locales que despliegan todo su arte en la bonita sala conocida como la Douiria, dentro del propio recinto del museo.
La música moderna de Marruecos
Como cabe imaginar, la música tradicional de Marruecos convive con otra de carácter más moderno, del gusto de las nuevas generaciones. La escucharás en ámbitos muy diversos: desde la radio de tu taxi hasta las discotecas locales, pasando por los altavoces bluetooth de los jóvenes que caminan por el paseo marítimo o se reúnen en la plaza del barrio.
Desde hace años, el rap ha tenido una penetración muy importante en Marruecos. Es probablemente el género internacional que más aceptación ha tenido entre las nuevas generaciones, y también el que mejor se adapta al sonido y musicalidad de la propia lengua árabe, en su dialecto local: el darija. Además, no se puede pasar por alto que se trata de un género que conecta muy bien con las capas más humildes de la sociedad, por lo que ha encontrado en este país un enorme potencial de difusión. Por ello, artistas como Muslim, Don Bigg o Issam se han convertido en auténticas celebridades que llenan estadios durante sus conciertos.
Muy distinto es el rai, también llamado ‘el blues del Magreb’: se trata de un género muy difundido por el norte de África, en especial en Argelia, pero que también ha logrado consolidarse como música de Marruecos. Su nombre significa literalmente “opinión”, lo que nos da pistas del carácter de sus letras, en las que el cantante dirige una serie de lamentos a su maestro. En realidad, se trata de un género que se presta al mestizaje con otros muchos, como ha demostrado en las últimas décadas: algunos artistas lo han combinado con otras corrientes tan distintas como el rock, el techno, el reggae y, cómo no, el rhythm and blues.
Uno de los artistas famosos e históricos de este género es Cheb Kader. Pero probablemente muchos conozcan este género de música en Marruecos por el importante festival que se organiza en Uchda, precisamente una ciudad muy cercana a la frontera con Argelia.
Y ya desde un punto de vista más global, la música de Marruecos ha aportado también grandes nombres al panorama internacional. Es el caso de RedOne, de nombre Nadir Al-Khayat, cantante, compositor y productor musical que ha trabajado con artistas de la talla de Lady Gaga, Enrique Iglesias o Mika. En España, muchos lo conocen por haber sido el compositor musical de la ‘canción de la Décima’ del Real Madrid: Hala Madrid… y nada más.
Por todo ello, la música de Marruecos tiene mucho que ofrecer, tanto desde un punto de vista tradicional como desde otro más moderno. Así que si te gusta este arte y tienes ganas de escuchar algo diferente durante tu viaje al país, presta buena atención y ábrete a conocer melodías muy diferentes a las que estabas acostumbrado. Y si puedes, acude a una actuación en directo para disfrutar de este arte en todo su esplendor.