Fiestas de Marruecos: moussems, festivales folclóricos… y mucho más

Para el viajero, las fiestas de Marruecos son una magnífica oportunidad para conocer la cultura local y el carácter de los propios marroquíes, puesto que en estos eventos el pueblo se expresa con naturalidad y orgullo, reivindicando sus propias raíces. Algunas de estas fiestas están declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, lo que demuestra su riqueza y singularidad. Otras muchas no tienen ese honor, pero sus orígenes se pierden en la memoria de los tiempos, demostrando su fuerte arraigo en la sociedad. Y otras, en cambio, llevan menos años en vigor pero se organizan con la intención de preservar y dar a conocer la diversidad cultural del país. 

En esta página hablamos de todas ellas, indicando las fechas fijas o aproximadas de celebración, para que puedas valorar si acudir a alguna de estas fiestas de Marruecos durante tu viaje por el país. Aunque en la mayoría de estas festividades predomina el público local, también están abiertas a turistas extranjeros que contribuyen, en buena medida, a su preservación y a la generación de ingresos económicos para quienes participan en ellas.

Muchas fiestas de Marruecos reciben el nombre de moussem. Así se conoce en el Magreb a los festivales tradicionales que se organizan en honor a algo relevante para la comunidad local. Los más comunes se celebran en honor de:

• Un personaje carismático del pasado. Es lo que se conoce como ‘santón’, en contraposición al concepto de ‘santo’ de la religión cristiana. Recordemos que el Islam no admite la adoración de personas, de ahí que prohíba la representación de figuras humanas en el arte religioso, pues no reconoce la intermediación entre Alá y los hombres y, por supuesto, no admite más divinidad que la de un único Dios. Sin embargo, algunos hombres son considerados patronos, sabios o protectores de la población, no sin una cierta dosis de superstición, por lo que son objeto de devoción popular. Estos personajes tienen a menudo su tumba en los morabitos, que son pequeñas construcciones con cúpula, ubicadas normalmente en mitad de la naturaleza. En estos casos, el acto central de estas originales fiestas de Marruecos es una especie de romería o peregrinación a estas estructuras sagradas
• Un acontecimiento agrícola y/o comercial, ligado al ciclo de las estaciones. En regiones y localidades donde tiene gran importancia el cultivo de algún producto natural se suelen organizar estos festivales para conmemorar la cosecha. En esos casos, el alimento o producto en cuestión es el eje central de toda la fiesta, organizando un mercadillo para su venta, exposiciones artísticas inspiradas en ello, o talleres demostrativos sobre su elaboración, entre otras opciones. Pueden ser frutos, flores o productos derivados de la naturaleza. En el programa de estos moussems se pueden incluir otros actos folclóricos del lugar, especialmente de música y danza, aunque no estén estrictamente relacionados con dicho producto
• Tradiciones populares de la sociedad, asociadas a una fecha concreta o a una época del año. Este tipo de fiestas de Marruecos son más habituales en áreas rurales donde aún se conservan las tradiciones más ancestrales, por ejemplo en las montañas del Atlas

Hay que decir que no todas las fiestas de Marruecos se pueden considerar moussems: este término se reserva para estos festivales conmemorativos de algo. En cambio, hay otros festivales ‘de nuevo cuño’ que se organizan en torno a una expresión artística, como puede ser la música o la artesanía, a los que haremos mención más abajo.

Los moussems pueden designarse como días festivos en la región donde tienen lugar. En cualquier caso, hay otros días festivos nacionales en el país, que analizamos en esta otra página, donde también hablamos de la configuración del calendario marroquí, que es el musulmán.

Ya respondan al concepto de moussem o no, las fiestas de Marruecos se pueden agrupar en tres tipos, según el carácter de la festividad: popular, religiosa o artístico-cultural. A continuación las repasamos una a una y enumeramos los ejemplos más famosos.

En este caso, sí son moussems, puesto que lo que mueve al pueblo organizador es la conmemoración de algo relevante para la comunidad. Los encontramos por toda la geografía marroquí, de norte a sur, de este a oeste, de las montañas a la costa, pasando por el desierto y los valles más fértiles.

Este moussem es sin duda una de las fiestas de Marruecos más interesantes desde el punto de vista folclórico. Y prueba de ello es su catalogación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En su origen, este evento se organizaba de manera informal para que las tribus del desierto estrecharan relaciones, concertaran matrimonios o intercambiaran productos. 

En la actualidad, se celebra en agosto en un gran recinto al aire libre en la localidad de Tan Tan, en la región de Guelmim-Río Noun, a unos 25 km de la costa atlántica, más de 300 km al sur de Agadir. Lo más espectacular de esta fiesta son las demostraciones ecuestres de las tribus del desierto, que incluyen disparos de fusil al aire. Además, se organiza un mercadillo de productos locales, actuaciones de música folclórica y otros muchos actos, durante varios días. En este post de nuestro blog puedes conocer más detalles.

Kelaa M’Gouna se ubica en el llamado Valle de las Rosas, al sur del Atlas. Y como su propio nombre indica, esta flor es uno de los elementos más característicos de la zona, que no solo crece de manera natural sino que también es cultivada por su potencial comercial, sobre todo en el mundo de la cosmética. Por ello, en la época del año que se cosecha (principios de mayo), se organiza todo un festival popular desde hace décadas, poco después de la introducción de esta flor por parte de los franceses en torno a 1938.

Se calcula que cada año se recolectan unas 4.000 toneladas de rosas, concretamente rosa de Damasco, lo que da cuenta del colorido y el aroma tan característicos que impregna en esta localidad de unos 15.000 habitantes. En este ambiente, se organizan conciertos de música folclórica, degustaciones de comida local, venta de productos cosméticos a base de rosas e incluso un desfile de carrozas. En este post de nuestro blog contamos más detalles sobre esta fiesta de Marruecos.

Este festival tiene como protagonista a la cereza, el fruto del cerezo, un árbol muy abundante en la zona de Sefrou, en la región de Fez-Meknes. Y al igual que el moussem de Tan Tan, es también Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Las fiestas que se organizan duran varios días en junio y en su programa se incluyen propuestas tan interesantes como el desfile de compañías teatrales al son de charangas, competiciones deportivas o mercadillos de productos típicos. Y no falta la elección de la Reina de la Cereza, la joven de mayor belleza de la fiesta, que posteriormente desfila en el pasacalles ataviada con un atuendo decorado con cerezas.

El dátil, fruto de la palmera datilera, es un alimento muy importante para la economía local, y también protagonista de esta gran fiesta de Marruecos. No hay que olvidar que el país forma parte de un bien inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, con el título “Conocimientos, técnicas, tradiciones y prácticas vinculadas al cultivo y explotación de la palma datilera”. Un honor que comparte con otros países árabes, como Túnez o Egipto. 

Los amantes del dátil tienen la ocasión perfecta para degustarlo en octubre en el Moussem de los Dátiles, en Erfoud, una ciudad al final del valle del Ziz, muy rico en palmeras datileras. De hecho, la cosecha de dátiles es un acto que forma parte del moussem, reuniendo así a familiares y amigos. No faltan las actuaciones musicales o la venta de diferentes variedades de dátiles en sus puestos callejeros, como las Bouzekri, Boufegous, Majhoul y Bouslikhan.

Este festival es uno de los más recientes del país, puesto que comenzó a celebrarse en el año 2010. En este caso, su intención ha sido la de dinamizar la agricultura local y atraer turismo hacia esta región de Souss-Massa, al sur de Agadir. A pesar de ser una zona árida, aquí se localizan almendrales de los que se recolecta este fruto seco tan utilizado en la gastronomía marroquí. Su fecha de celebración se da en el mes de marzo, época en la que se recogen las almendras, pero te recomendamos consultar antes si este año se llevará a cabo o no, pues a raíz de la pandemia de la Covid-19 se suspendieron algunas ediciones.

Para muchos, esta es ‘la más dulce’ de todas las fiestas de Marruecos, pues tiene como protagonista a la miel. Se celebra en Imouzzer, en la provincia de Agadir-Ida Ou Tanane, de la región de Souss-Massa. Su entorno se conoce a menudo como Valle del Paraíso por su variedad vegetal y arbórea, que incluye arganes, palmeras y olivos, regados por arroyos que incluso forman cascadas y pozas. Y precisamente por ello, la apicultura es aquí una actividad bastante arraigada. 

La época de celebración puede abarcar un periodo amplio, según el año, normalmente entre mayo y agosto, que es la época en la que se organizan más fiestas en Marruecos. Durante el moussem, se monta un gran mercadillo de apicultores y comerciantes, que no solo venden miel envasada, sino también todo tipo de dulces y otras elaboraciones gastronómicas con este producto. Y por supuesto, se celebran actividades artísticas y conciertos para deleite de los asistentes. A ello se añade una propuesta diferente: las visitas guiadas por los colmenares ubicados en plena naturaleza, creados y cuidados de manera artesanal.

Este es un moussem que no tiene como protagonista a ningún producto natural, sino una antigua tradición muy peculiar: la de elegir pareja. Para comprenderlo hay que remontarse tiempo atrás y ponerse en la piel de las tribus nómadas del Atlas, en concreto la de los Ait Haddidou, que llevaban un modo de vida que dificultaba algo tan básico como encontrar pareja. 

Por ello, se decidió crear un festival en el que hombres y mujeres jóvenes pudieran encontrarse para conocerse, gustarse e incluso casarse. De hecho, lo que tenía lugar en este tiempo era la firma de las actas de boda, algo así como un contrato de un año de prueba para ver si las dos personas formaban un matrimonio bien avenido. Sin embargo, la asistencia cada vez más numerosa de turistas hizo retroceder esta tradición, que antiguamente se hacía a la vista de todos. En la actualidad, es difícil encontrar a mujeres y hombres con esta intención, quienes solían vestir sus mejores galas, sobre todo ellas, a menudo ataviadas con distintos atuendos según su estatus de casadera: primeriza, divorciada o casadera.

Precisamente por ello, este festival tiene hoy otro nombre: el de la Música de las Montañas, aunque su nombre popular sigue siendo el de Moussem de Imilchil o Moussem de los Novios. En cualquier caso, en la actualidad se ha convertido en un festival muy completo, donde se monta un gran mercadillo como el de otras fiestas de Marruecos, en este caso para la venta de productos típicos elaborados por las tribus bereberes (artesanía, ganado, ropa, etc.), así como para degustar carnes a la brasa, repostería del Atlas y mucho más. También hay tiempo para visitar el morabito de Sidi Ahmed Oulmghani y empaparse del ambiente festivo que reina en este pequeño pueblo durante las fechas de celebración del moussem, entre agosto y septiembre.

Como te contamos en páginas como Religión y Sociedad, la vida cotidiana en el país está marcada por el Islam. Por ello, muchas de las fiestas de Marruecos son de carácter religioso: unas son comunes a otros países musulmanes y otras son genuinamente locales. Estas son las más importantes.

El Moussem del Moulay Idriss, a unos 30 km de Meknes, es sin duda el más sentido de todos los moussems de carácter religioso y una de las fiestas de Marruecos que más personas reúne. El acto central de esta celebración, a finales de agosto, es una peregrinación en la que los fieles visitan el mausoleo del Moulay Idriss I el-Akbar (también conocido como Moulay Idriss Zarhoun), jefe de la primera dinastía árabe de Marruecos: era nieto de Mahoma y recaló aquí tras su huida de Bagdad en 786, iniciando una profunda labor de islamización de la población bereber.

Su morabito y todo el caserío a su alrededor son muy pintorescos, ubicados en lo alto de una montaña, de paredes encaladas y tejas de color verde. Aunque la participación en los actos religiosos está reservada a fieles, merece la pena acudir al moussem para sumergirse en el ambiente festivo y devocional que impregna el pueblo: se celebran carreras de caballos, espectáculos de danza y venta de productos locales, entre otras propuestas.

No hay que confundir este moussem, que tiene lugar en septiembre, con el anterior: en esta ocasión, la fiesta se organiza en honor del hijo póstumo del Moulay Idriss I, es decir, Moulay Idriss II, que se considera el cofundador de Fez. Lo que sí tiene en común con el anterior moussem es su popularidad: también establece como eje central una peregrinación de fieles a su mausoleo, en este caso ubicado en la Place du Marche Verte de la ciudad de Fez. 

Es la principal festividad de esta ciudad y, por tanto, una de las mayores fiestas de Marruecos a nivel religioso. Durante la jornada de la celebración no se escatima en gastos, pues de hecho se organizan colectas y ofrendas. La procesión del Moulay Idriss II es todo un espectáculo y una ocasión para que se luzcan los bordadores, pues este gremio realiza anualmente un vestido en seda y oro para el homenajeado. Otros artesanos también participan con tributos, en lo que supone toda una exhibición de obsequios, a cada cual más espectacular.

Este moussem es otra de las grandes fiestas de Marruecos a nivel religioso. Y también una de las más duraderas, puesto que el programa abarca más de una semana. Tiene lugar en agosto en esta ciudad de la costa atlántica, hasta donde llegó el asceta  Moulay Abdellah Amghar, procedente de Medina. Los principales actos son religiosos, como lecturas colectivas del Corán o concursos de memorización de este libro sagrado. Pero también se organizan otros actos complementarios, como exhibiciones de cetrería y actuaciones de orquestas locales.

El Ramadán no es una tradición fundamental en el Islam, pero no se puede considerar un periodo festivo como tal. Todo lo contrario: es momento de ayuno diurno y discreción. Sin embargo, a su conclusión sí se organiza el Eid al Fitr o Fiesta del Fin de Ayuno. Normalmente es una celebración de carácter privado, organizadas dentro del ámbito familiar, pero en algunos lugares también se pueden programar actos públicos de diferente tipo. 

Tiene lugar 70 días después del Ramadán y es una de las principales fiestas de Marruecos, compartida con el resto de países musulmanes. Al igual que la Fiesta del Ayuno, tiene un carácter principalmente familiar, pues consiste en la matanza de un cordero, rememorando el sacrificio de Abraham, descrito en el Corán. En este caso, el miembro principal de la familia (o un carnicero, en ocasiones) sacrifica al animal siguiendo los preceptos halal, mirando a la Meca y esperando a que se desangre por completo. Ese mismo día se suele cocinar su hígado (la carne aún está muy dura para su consumo) y buena parte del animal se dona a los más necesitados.

Las fiestas de Marruecos que enumeramos a continuación son de especial interés para los viajeros, puesto que suelen tener un carácter más lúdico e incluyen numerosas actuaciones y eventos culturales. Por ello, si vas a estar en el país en esas fechas, no dudes en participar en ellos sacando tu entrada.

Este festival es ideal para conocer, en un mismo evento, todas las músicas del país: las más importantes te las describimos en esta otra página, pero los estilos y las ramificaciones son muy numerosas, por lo que escuchar y sentir su riqueza in situ no te dejará indiferente. Normalmente se monta un gran recinto con carpas en las cercanías de la costa, y por su escenario van pasando grupos como los Ahwash procedentes de las montañas, los Rways conocidos como poetas ambulantes de Souss, los Lâabate con sus ritmos y letras de Taroudant, los Gnawa con percusión y ropajes del África subsahariana… y un largo etcétera. Normalmente tiene lugar en julio.

Entre las numerosas fiestas de Marruecos, este festival es otra cita ineludible para conocer el folclore del país. La diferencia con el de Agadir es que este, también conocido simplemente como Festival de Marrakech, engloba también otras manifestaciones culturales, como puede ser la danza. Es todo un referente en el país, pues tiene el honor de ser el más antiguo: su primera edición se celebró en 1959. Suele celebrarse en junio.

Independientemente de que se invite a grupos de otras regiones de Marruecos e incluso de otros países, este festival está consagrado a la Música Gnawa que, por cierto, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Durante los días de celebración del festival, las calles de esta ciudad atlántica se llenan de colorido y ritmos de percusión procedentes del África negra, Su fecha de celebración suele ser en el mes de junio y tiene como epicentro la gran plaza Moulay El Hassan. Además, en las últimas ediciones se ha ‘deslocalizado’ el festival, con actuaciones también en otras ciudades como Rabat, Marrakech y Casablanca.

Se trata de otra de las muchas fiestas de Marruecos consagradas a la música. Pero en este caso, teniendo en cuenta el arraigado sentimiento religioso de Fez, se seleccionan solo músicas sacras. Y no solo de Fez, sino también del resto del mundo. Su primera edición se remonta a 1994 y desde entonces ha alcanzado un gran prestigio internacional. Senegal, Francia, Italia o India son algunos países de procedencia de los artistas, que basan sus melodías en diferentes religiones. Y eso ayuda a conseguir el verdadero objetivo del festival: fomentar un auténtico diálogo interreligioso. Normalmente tiene lugar en los meses de mayo y junio. 

En los últimos años, diferentes ciudades han organizado festivales de jazz para poner en valor los aspectos en común de este género musical con los ritmos sincopados del Magreb. Ejemplo de ello fue el Festival de Jazz de los Oudayas, en Rabat. En la actualidad, el testigo lo ha recogido Tanjazz, organizado en la ciudad de Tánger, con gran éxito de público y un cartel que reúne a artistas de todos los rincones del mundo. Suele celebrarse en el mes de septiembre, en el bonito y sugerente Palais des Institutions Italiennes.

Al igual que el Festival de Música Gnawa de Essaouira, este está consagrado a un género musical local concreto: el rai, también conocido como ‘el blues del Magreb’ por el lamento de sus letras. Es un género muy relacionado con la vecina Argelia, es por ello que la ciudad elegida para este festival es Oujda, muy cerca de la frontera. Durante varios días, por sus escenarios pasan los mejores artistas y grupos de este género, que en Marruecos y Argelia son auténticas celebridades. Su primera edición fue en 2007. Tiene lugar en el mes de agosto. 

El cine también es el eje central de una gran fiesta de Marruecos: el Festival Internacional de Cine de Marrakech, el más importante de toda África, y por su prestigio se puede comparar a otros de renombre como los de Cannes, San Sebastián o Venecia. Tiene lugar en el mes de noviembre y supone una buena ocasión para disfrutar del séptimo arte, pues en la ciudad se organizan proyecciones, actos con personalidades del mundo del cine e incluso visitas tematizadas. 

Sin duda, este festival es una de las fiestas de Marruecos con mayor colorido: su eje principal es la pintura mural y congrega a artistas plásticos locales e internacionales para plasmar sus composiciones sobre las paredes de esta ciudad de la costa atlántica. Eso atrae a numerosos visitantes, que convierten a Asilah en un auténtico hervidero cultural en el mes de agosto. Además, se organizan conferencias y encuentros con filósofos y escritores, así como conciertos y obras de teatro, entre otras manifestaciones, lo que amplía aún más el interés de este festival.

En esta página hemos hecho mención a muchas fiestas de Marruecos, agrupadas según su carácter. Pero también te será de utilidad verlas ordenadas según la fecha de celebración y el área geográfica en que se encuadran. De esta manera, podrás comprender mejor si alguna de estas fiestas coincide con tu viaje.

• Fechas variables, según el calendario musulmán:
  • Eid al Fitr o Fiesta del Fin de Ayuno
  • Eid al Adha o Fiesta del Cordero
• Marzo:
  • Moussem de los Almendros, en Tafraout
• Mayo
  • Moussem de las Rosas, en Kelaa M’Gouna
  • Moussem de la Miel, en Imouzzer des Ida-Outanane (fecha variable)
  • Festival de Músicas Sacras del Mundo, en Fez
• Junio: 
  • Moussem de las Cerezas, en Sefrou
  • Moussem de la Miel, en Imouzzer des Ida-Outanane (fecha variable)
  • Festival de las Artes Populares, en Marrakech
  • Festival de Música Gnawa, en Essaouira
  • Festival de Músicas Sacras del Mundo, en Fez
• Julio: 
  • Moussem de la Miel, en Imouzzer des Ida-Outanane (fecha variable)
  • Festival de Músicas Populares, en Agadir
• Agosto:
  • Moussem de Tan Tan
  • Moussem de la Miel, en Imouzzer des Ida-Outanane (fecha variable)
  • Moussem de los Novios, en Imilchil
  • Moussem del Moulay Idriss I, en Meknes
  • Moussem del Moulay Abdellah Amghar, en El Jadida
  • Festival de la Música Rai, en Oujda
  • Festival de la Cultura, en Asilah
• Septiembre:
  • Moussem del Moulay Idriss II, en Fez
  • Tanjazz, Festival de Jazz, en Tánger
• Octubre:
  • Moussem de los Dátiles, en Erfoud
• Noviembre:
  • Festival Internacional de Cine, en Marrakech

• En todo el país:
  • Eid al Fitr o Fiesta del Fin de Ayuno
  • Eid al Adha o Fiesta del Cordero
• Norte
  • Moussem de las Cerezas, en Sefrou
  • Tanjazz, Festival de Jazz, en Tánger
  • Festival de la Música Rai, en Oujda
• Ciudades Imperiales:
  • Moussem del Moulay Idriss I, en Meknes
  • Moussem del Moulay Idriss II, en Fez
  • Festival de Músicas Sacras del Mundo, en Fez
  • Festival de las Artes Populares, en Marrakech
  • Festival Internacional de Cine, en Marrakech
• Costa Atlántica:
  • Moussem del Moulay Abdellah Amghar, en El Jadida
  • Festival de Músicas Populares, en Agadir
  • Festival de Música Gnawa, en Essaouira
  • Festival de la Cultura, en Asilah
• Atlas:
  • Moussem de los Novios, en Imilchil
• Sur-Desierto del Sahara:
  • Moussem de Tan Tan
  • Festival de las Rosas, en Kelaa M’Gouna
  • Moussem de los Dátiles, en Erfoud
  • Moussem de los Almendros, en Tafraout
  • Moussem de la Miel, en Imouzzer des Ida-Outanane 

Como ves, las fiestas de Marruecos son numerosas y variadas, y se reparten por toda la geografía del país. Si alguna de ellas coincide con tu viaje y quieres conocerla de primera mano, ponte en contacto con nosotros. Podemos integrar esta experiencia dentro de tu paquete, pues somos una agencia especializada en diseñar programas a medida: nos encargaremos de gestionar el transporte hacia el lugar del evento, reservaremos las entradas si fuera necesario y solucionaremos cualquier otro aspecto relacionado.