Costumbres de Marruecos: consejos de comportamiento
Como dice el refrán español: “Allá donde fueres, haz lo que vieres”. Esa es la idea que está detrás de esta página sobre costumbres en Marruecos. En estas líneas te explicamos los hábitos y comportamientos que encontrarás en este país y que, por tanto, deberás respetar y adaptar a tu viaje. Para la mayoría de viajeros no suponen cambios demasiado importantes, sino simplemente una pequeña modulación de las propias actitudes, la vestimenta, las compras o la comida, entre otras cuestiones.
Como veremos, muchas de estas costumbres de Marruecos están determinadas por el Islam, algo sobre lo que puedes profundizar en la página dedicada a la sociedad y la religión del país. Sin embargo, otras no tienen relación con ello, y se deben simplemente a la forma de ser del pueblo marroquí, cuyo carácter se ha forjado con el paso de los siglos.
Costumbres de Marruecos en la mesa
Aunque tu viaje sea totalmente privado y solo compartas mesa con tus compañeros de experiencia, es aconsejable conocer las costumbres de Marruecos en lo que tiene que ver con la comida, puesto que deberás respetarlas en los restaurantes y, sobre todo, si tienes el honor de recibir la invitación de una familia marroquí.
En este sentido, hay que empezar por la tradición del té: tomarlo en compañía es una de las costumbres de Marruecos que están más arraigadas, y se pone en práctica con cualquier tipo de persona, ya sea conocida o no. Por ejemplo, se ofrece a un invitado que visita la casa, al huésped de un riad o incluso al cliente de una tienda. Se trata de un gesto de hospitalidad desinteresada, aunque también ha calado hondo en esta sociedad como forma de combatir la deshidratación, en un país donde las altas temperaturas son una constante durante todo el año, sobre todo en verano.
Si hablamos de un almuerzo o una cena que se disfruta como invitado, debes tener en cuenta dos normas básicas de comportamiento: en primer lugar, lavarte las manos antes de sentarte en la mesa y, en segundo lugar, no probar bocado hasta que el anfitrión haya terminado la oración con la que bendice los alimentos.
Para entonces, probablemente te habrá sorprendido la abundancia de las porciones que se sirven en la mesa. Pero no te asustes: dejar comida en el plato no es una señal de mala educación. Por esa misma razón, tampoco está muy bien visto pedir repetir de un plato, pues puede denotar que la comida ofrecida no era suficiente.
La excepción que confirma la regla es, en este caso, el pan: se trata de un alimento sagrado y, a ser posible, conviene comerlo entero. Y por supuesto, no jugar con él ni destrozarlo de manera irrespetuosa.
Mientras estás comiendo, también debes tener en cuenta algunos detalles fundamentales. Por ejemplo, es posible que no encuentres cubiertos: en algunas casas aún se sigue comiendo con las manos, y de ahí viene la importancia de un buen lavado de manos previo. Esto probablemente no te suceda en un restaurante, donde sí se ha generalizado la costumbre de usar cubiertos, pero si tus anfitriones comen así… tú también deberás hacerlo.
Lo socialmente aceptado es comer con la mano derecha, especialmente si utilizas las manos, puesto que la mano izquierda suele relacionarse con la higiene personal. En este caso, deberás utilizar los tres primeros dedos, es decir, el pulgar, el índice y el corazón, formando una especie de pinza, en un gesto que resulte elegante. Y como es habitual poner platos grandes en el centro de la mesa para que todos los comensales compartan los alimentos, lo más adecuado es tomar tu ración de la parte del plato que queda más cercana a ti.
Y terminada la comida, se retoma esta gran costumbre de Marruecos: el té. Resultaría descortés rechazarlo, incluso si no tienes sed y te sientes verdaderamente saciado/a. En realidad, se trata de una excusa para prolongar el momento de compañía y conversación que propicia la sobremesa, en un clima de naturalidad y hospitalidad.
Mención especial merece un acto que está entre el mito y la costumbre en Marruecos: eructar. A diferencia de lo que muchos creen, no se trata de algo que el invitado deba hacer obligatoriamente a la conclusión de la comida. Pero sí debes saber que no se considera de mala educación, sino más bien una señal de que la comida estaba rica y te ha sentado bien. Eso sí: si llega el momento de eructar, trata de hacerlo con elegancia y naturalidad, y no de manera pretenciosa.
Por último, hay que hacer referencia a un aspecto de nuestro modo de vida actual y que choca frontalmente con las costumbres de Marruecos en lo que a modales se refiere: el uso del teléfono móvil. Aunque en prácticamente todas las culturas y en todos los hogares resulta de mala educación utilizar el móvil en la mesa, en Marruecos puede serlo aún más. Como hemos visto, las comidas o los almuerzos son momentos para encontrarse y compartir, de modo que alguien que se muestre ‘ausente’ y ‘distante’ de esta manera resultará realmente descortés ante los demás. Lo mejor es que quites el volumen o dejes el teléfono donde no pueda molestar ni interferir.
Como colofón a tu buen comportamiento como invitado, puedes entregar algún obsequio con buen gusto. Si se trata de una invitación prevista, en la que has podido planear dicho regalo, puedes entregar algún objeto relacionado con tu lugar de origen, por ejemplo. Pero nunca trates de entregar dinero, pues puede resultar ofensivo.
Marruecos: costumbres y hábitos en la vía pública
En Marruecos, el espacio privado resulta ‘sagrado’, en el sentido de que es respetado por todos, independientemente de su religión, su procedencia y sus creencias. Por tanto, en ningún caso sentirás invasión en tu privacidad. Pero en la vía pública y en espacios compartidos, sí necesitarás conocer y asumir las costumbres de Marruecos, por respeto y educación.
En este sentido, un primer hábito a conocer y respetar es el saludo. Este gesto de cordialidad hacia otra/s persona/s está revestido de mayor formalidad que en otras culturas y, por tanto, es más prolongado. Es normal besar en la mejilla a una persona del mismo sexo, pero no ocurre lo mismo con el sexo opuesto: esto solo ocurre cuando entre ambas personas hay muchísima confianza, por rasgos de cercanía o amistad sincera. En cambio, con personas con las que no se tiene confianza se utiliza la mano, que deberá ser la derecha, por la misma razón arriba indicada: la izquierda es considerada ‘impura’. Además, en el saludo se suele incluir una pregunta hacia el estado de salud, tanto de la persona saludada como de los miembros de la familia. Por ello, no te sientas ofendido/a si te preguntan por tu pareja de una manera directa.
Hablando de manos: otra costumbre de Marruecos que quizás veas durante tu viaje es caminar de la mano, incluso entre dos hombres. Si bien en el mundo occidental podría tener otra connotación, en Marruecos se trata de una demostración muy natural de amistad. En cambio, será mucho más improbable que veas de la mano a un hombre y a una mujer, aunque sean pareja, pues se considera una demostración de afecto que no tiene lugar en la esfera pública.
Por lo que respecta a las fotografías en la calle, no hay prohibiciones reseñables, más allá de las ‘lógicas’ (instalaciones militares, policiales y similares). Sin embargo, debes ser cuidadoso, empático y respetuoso cuando fotografías a personas, sobre todo si son mujeres o niños, o si son personas que por su situación de vulnerabilidad se podrían sentir heridos. En esos casos, pide siempre permiso, sin insistencia y sin comprometer a los protagonistas de la instantánea. En cualquier caso, si tu pasión es la fotografía y deseas acudir al país para elaborar tu reportaje soñado, te recomendamos que te pongas en contacto con una agencia como nosotros: elaboramos viajes fotográficos y nuestros responsables sabrán indicarte qué rayas no puedes sobrepasar y qué otras cuestiones debes tener en cuenta a la hora de ‘disparar’.
Tampoco deberías plantear el acuerdo de intercambiar una fotografía por un obsequio (ropa, golosinas, material escolar, ropa) o una moneda, sobre todo si se trata de niños. Esta práctica propicia que éstos no vayan a la escuela, por la tentación de conseguir dinero fácil de esta manera. Por tanto, lejos de ayudarles, estarás contribuyendo a lastrar su formación y su futuro.
Y si entras en una casa ajena o en un espacio privado similar, lo primero que deberás hacer es quitarte los zapatos. No solo por cuestiones de higiene, sino también porque es la mejor manera de preservar en buen estado las alfombras y las moquetas de ese lugar, que a buen seguro se cuidan con mimo a diario.
Costumbres de Marruecos relacionadas con la religión
En Marruecos, las costumbres relacionadas con la religión son muchas y de obligado respeto, pues es un tema de gran sensibilidad para sus gentes. Aunque no se espera que los no musulmanes ayunen durante el Ramadán, se considera de buena educación comer, beber y fumar en lugares privados, o por lo menos lejos de la mirada pública.
Por otro lado e independientemente de la época del año, aunque con más énfasis durante el Ramadán, es primordial mostrar respeto en la vestimenta y en el comportamiento si está cerca de una mezquita.
El ingreso a las mezquitas y en el mundo árabe en general no está permitido a los ‘infieles’. Es decir, solo los musulmanes pueden ingresar a las instalaciones. Sin embargo hay ciertos lugares que si son de libre acceso, como la Mezquita de Hassan II en Casablanca.
Fotografiar una mezquita no suele ser un problema, siempre y cuando no se esté demasiado cerca del interior y no se fotografíe a la gente rezando, pues puede considerarse una desagradable intromisión.
Más información sobre la religión y la sociedad de Marruecos
Costumbres de Marruecos en las compras: el regateo
Como descubrirás en tu viaje, ir de compras por la medina resulta una experiencia en sí misma. Y, ligadas a ello, hay importantes costumbres que en Marruecos se tienen por básicas. La primera de ellas es la de mostrar sinceridad: verás que muchos comerciantes tratarán de atraerte hacia su tienda, ya sea de alfombras o de cualquier otro objeto artesanal, pero solo deberás acudir y mostrar interés si realmente lo tienes. De lo contrario, es mejor declinar la oferta con amabilidad para que el comerciante no se sienta ofendido.
¿Y qué ocurre si realmente estás interesado/a en un determinado producto? Entonces, entra en juego el regateo, otra de las grandes costumbres de Marruecos. Regatear no solo es un acto cultural que el comerciante espera de ti, sino también una necesidad: en unos casos, porque el precio es manifiestamente alto; y en otros, porque el producto no tiene indicado ningún precio y, por tanto, será necesario ‘negociar’ con el comerciante para comprarlo.
El regateo es una costumbre de Marruecos tan arraigada que, en algunos casos, si se accede a comprar el producto sin una mínima negociación, el vendedor puede llegar a ofenderse, quizás por notar que el comprador está mostrando arrogancia y afán de superioridad con su acto.
Como ves, son muchas y muy variadas las costumbres de Marruecos. Pero si organizas tu viaje con nosotros, no tendrás problemas: el personal de nuestra agencia que te acompañe en el viaje, te dará consejos aún más específicos para cada caso, de modo que te sentirás arropado/a y con la certeza de estar actuando de manera respetuosa.
También te puede resultar de interés un post en nuestro blog titulado: 8 tradiciones de Marruecos a tener en cuenta
Decálogo de qué hacer y qué no hacer
Como en cualquier país donde la cultura es diferente, es necesario adaptarse al estilo de vida local. Si logras integrarte bien en el país, el éxito del viaje está asegurado. Si muestras respeto por las costumbres de Marruecos, tendrás mucho ganado. Por ello, hemos elaborado un decálogo de consejos para un buen comportamiento en el país.
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Comer con la mano derecha. Si tienes que compartir mesa con marroquíes, recuerda que en su cultura la mano izquierda es considerada impura, ya que se utiliza para el aseo íntimo. Esta norma es válida cuando no hay cubiertos y se está comiendo a la manera tradicional marroquí
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Aceptar invitaciones a tomar el té. Ésta es la mejor manera de simpatizar con los marroquíes. Pero ten cuidado ya que suele utilizarse como táctica para venderte algo de la tienda y podrías verte involucrado en una situación embarazosa. Hay que tener mucho tacto al respecto
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Quitarse los zapatos al entrar en una casa. Una de las costumbres de Marruecos es acceder sin zapatos a las casas, así que fíjate si en la entrada están los zapatos de los inquilinos. Es mejor preguntar al dueño de la casa hay que descalzarse, pues las casas marroquíes suelen estar llenas de alfombras y puede resultarle molesto que las pisemos con nuestros zapatos
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No intentes entrar en las mezquitas. Solo hay unas pocas mezquitas en todo el país en las que está permitida la entrada a los no musulmanes. Infórmate y asegúrate antes de entrar en una de que esa mezquita permite el acceso a personas de otras religiones, como es el caso de la
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No tomes fotografías de una persona sin antes pedir permiso. En algunas zonas de Marruecos suelen ofenderse si se les toma una fotografía sin permiso, sobre todo si la fotografía es a una mujer o incluso a una niña
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No des dinero a los niños mendigos. Ni siquiera bolígrafos o caramelos. A pesar de que está muy de moda entre los turistas dar caramelos, bolígrafos y dinero a los niños, se trata de una conducta MUY PERJUDICIAL para ellos, ya que es una forma de incitar que éstos falten a la escuela y en su lugar se dediquen a mendigar por las calles. La educación es gratuita en el país y todos los niños deberían de estar escolarizados, aunque muchos de ellos, al ver que pueden conseguir dinero y golosinas de una manera rápida fuera del colegio, abandonan las clases para perseguir turistas
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No discutas de temas relacionados con el rey o la religión. Intenta no hablar de política ni de religión, y tampoco de drogas
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No uses ropa provocativa. Especialmente si eres una mujer y vas a visitar los alrededores de lugares sagrados (templos, mezquitas …). Es recomendable vestir discreto para no ofender. Los marroquíes no están acostumbrados a que las mujeres vayan ligeras de ropa, y eso puede ocasionar muchas miradas y situaciones incómodas
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Fotografiar los puestos de control fronterizos, militares, policiales o instalaciones aeroportuarias. Está estrictamente prohibido por ley
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Regatea si realmente estás interesado en el producto, pues de lo contrario el vendedor se lo puede tomar como una ofensa
Y organizas tu viaje con nosotros, nos encargaremos de darte consejos en persona sobre estas y otras costumbres de Marruecos, ayudándote si se produce una situación embarazosa y fortuita.