Los primos hermanos Inés Bultó y Bruno Oliver nos cuentan la historia de cómo se les ocurrió la idea y cómo montaron Riad Abracadaba.
En el año 2007 organizamos un viaje a Marrakech y nos hospedamos en un un Riad sencillo pero con alma. La ciudad nos cautivó: sus gentes, comidas, olores, paisajes y sobre todo la luz de la ciudad nos sorprendió, por no hablar del clima, que es muy agradable en la mayoría de meses del año. Del encanto percibido en ese viaje nació la idea de crear un alojamiento especial con todos los detalles que consideramos necesarios para una estancia para recordar.
Después de casi dos años de búsqueda de emplazamiento, finalmente encontramos lo que hoy es Riad Abracadabra. El 1 de junio de 2009 recibimos a nuestros primeros clientes. Desde entonces, intentamos día a día realizar obras de mejora e intentamos que nuestro servicio esté por encima de las expectativas.
Una de las razones por las que tardamos tanto en encontrar emplazamiento fue por la importancia que le dimos a la ubicación del hotel. Riad Abracadabra está a tan solo 2 minutos de la plaza Jemaa el Fna, centro neurálgico de la ciudad, por lo que es fácil el acceso y estamos a tan solo cien metros del zoco de compras y ambiente dentro de la Medina.
La compra tuvo sus altibajos ya que uno de los herederos de la propiedad no quería vender así que no fue tan rápido como hubiéramos querido. Hacíamos viajes relámpago de dos días y en una ocasión tuvimos que dejar un poder y un talón a una notaria para que si al final salía la operación, pudiera dar las arras en nuestro nombre. Y tuvimos la suerte de no equivocarnos, ya que salió.
Nos pusimos inmediatamente a diseñar planos, espacios, huecos y cobijos y recordamos esa época muy buena ya que lo hicimos en paralelo a los permisos de obra así que tuvimos tiempo de cambiar ubicaciones mil veces e hicimos muchas variantes de habitaciones y decoración. En cada viaje, nos hospedamos en diferentes Riads para ver cómo funcionaban y cómo estaban distribuidos. Remodelamos el Riad al completo, ya que cambiamos los volúmenes por completo; conservamos todo lo antiguo aprovechable como puertas de madera, rejas antiguas, mosaicos del patio… Las obras tardaron casi dos años e intentamos utilizar materiales autóctonos como el “tadelakt” (cemento pulido artesanal) , el “zellij” de Fez o el “bejmat” (barro cocido). Intentamos crear una combinación de tradición marroquí y confort colonial envuelto en blanco relajante inmaculado.
Después de mucho trabajo e ilusión sobre todo, conseguimos tener listo Riad Abracadabra: un pequeño palacio marroquí que restaurado, se ha convertido en un romántico hotelito de 8 habitaciones que se distribuyen alrededor de un patio central con una fuente central. Le hemos dado mucha importancia a la terraza, que está llena de tumbonas, tiene una fantástica piscina, hamacas y sofás llenos de cojines, y es el sitio ideal donde relajarse y disfrutar de un buen vino o de una copa con unas vistas increíbles sobre los tejados de la Medina de Marrakech y con la cordillera del Atlas y la Koutoubia como telón de fondo.
Ya que Marrakech infunde magia, hemos intentado transmitir esta palabra “magia” dentro de todas las estancias del Riad: ¿cómo? Cuidando mucho la iluminación a base de velas y luz ambiental, con los olores, con los tejidos, cortinas y cojines, colores etc… En las zonas comunes hemos intentado crear un ambiente de relajación y comfort a base de llenarlo de libros en todos los idiomas y de todo tipo: de vela, jardinería, arquitectura, paisajismo, novela, etc para así hacer sentir al cliente como en su casa. El wifi aunque cero romántico creemos que es necesario y por ello llega a gran velocidad a todas y cada una de las estancias del Riad.
Intentamos hacer habitaciones muy cómodas. La mayoría de la decoración está o bien comprada en Marruecos o bien diseñada por nosotros mismos, y encargada a artesanos locales que lo hacen de maravilla. Comparamos infinitas camas y colchones hasta encontrar las más apropiadas ya que consideramos el descanso primordial. Las sábanas son de algodón egipcio y muy suaves. Abrimos las camas por las noches y vaporizamos las almohadas con aroma de flor de azahar. Además, los cuartos de baño están equipados con zapatillas de cuero con el logo del hotel que son de regalo para el cliente, secador de pelo, albornoces, toallas y jabones…
Cada habitación es diferente y cada una tiene sus particularidades: con biblioteca enorme, con ventanal al patio, con bañera, ducha con asiento, dos pisos, vestidor, techos altos, coquetas…
Pensamos que a un hotel como este, no le podía faltar una cocina apetecible. Los platos son sencillos pero basados en materia prima fresca y local. Pasamos semanas pensando en platos; por ejemplo son los huevos Abracadabra que se sirven en el desayuno, están hechos a base de huevo, queso emental, crema, pavo, sal y pimienta! Saida nuestra cocinera jefe, sale al mercado a comprar a diario y ofrecemos una carta de 20 platos hechos en el día, frescos y sanos que pueden ser en base a cocina local o internacional. Además, por el interés general en la cocina, hemos decidido hace ya un par de años, ofrecer a nuestros clientes clases de cocina.
La clave de Riad Abracadabra creemos que es el servicio. Contamos con un equipo de 8 personas que intentar tranmitir, paz, tranquilidad y un trato personalizado. Intentamos a través de la actitud, el trato y un uniforme cuidado, que sean de ayuda en todo momento al cliente, por ello, están en continua formación para alcanzar este objetivo, que consideramos pilar fundamental.
Además Hicham nuestro grente recomienda y reserva todo lo que el cliente necesita durante su viaje…..restaurantes con encanto (románticos, para ir en grupo o con marcha, según lo que queráis), planes que no hay que perderse, excursiones preciosas, salidas a campos de golf, tiendas y lugares perdidos en el zoco que vale la pena visitar….. Queremos que descubráis el alma de Marrakech como lo hemos hecho nosotros; y como en los últimos años hemos pasado casi tanto tiempo ahí como en España, sabemos como organizar un viaje realmente diferente y especial.