Si vas a Rabat por turismo, te llevarás una grata sorpresa. A pesar de ser la capital y una de las consideradas cuatro ciudades imperiales, no suele tener tanta fama como Marrakech y Fez, y quizá ni siquiera como Meknes. Pero encontrarás muchos motivos para dedicar uno o dos días a visitarla, dentro de tu circuito por Marruecos. Concretamente, hay seis ‘postales’ que aquí te describimos y que muy probablemente se te queden grabadas en la memoria y en tu cámara de fotos, pues no podrás reprimir sacarte un selfie o una panorámica en ellas.
La kasbah, en comunión con el mar
La kasbah de los Oudaias brinda la primera de las postales a recomendar: este espectacular recinto amurallado y bien conservado brinda magníficas vistas de la costa de Rabat, con la que está en perfecta comunión.
La vieja medina, un laberinto en el que perderse
Otro lugar más que recomendable es la vieja medina de Rabat: el turismo ha restado algo de paz y tranquilidad a esta área situada dentro del recinto de la kasbah, pero ha contribuido a su conservación y puesta en valor. Y el resultado son callejuelas de un azul celeste que nada tiene que envidiar al color del cielo de la ciudad. Un laberinto en el que no te importará perderte por un rato.
Torre Hassan, el icono de Rabat en turismo
Todas las ciudades tienen un gran reclamo para atraer visitantes. Y en Rabat, el turismo toma como imagen icónica la Torre Hassan, un minarete almohade del siglo XII emparentado con el de Marrakech… ¡y con la Giralda de Sevilla! Por cierto, la mezquita que todo visitante espera encontrar no existe en realidad, pero a su alrededor permanece un bosque de columnas que también nos incita a la meditación.
Mausoleo de los alauitas
Aunque Rabat ‘ganó’ su derecho a ser llamada Ciudad Imperial con los almohades, en la actualidad es una urbe muy ligada a la familia real actual: los alauitas. Por ejemplo, por estar aquí el mausoleo de su dinastía, muy cerca de la Torre Hassan. Ahí reposan los restos de Mohamed V y Hassan II, abuelo y padre del actual rey Mohamed VI.
Palacio Real, la residencia alauita
No suele relacionarse al Palacio Real de Rabat con el turismo de la ciudad, puesto que no se permiten las visitas interiores, como sí ocurre en otros palacios reales del mundo, como el Versalles parisino o el de Oriente madrileño. Sin embargo, puedes desplazarte hasta sus exteriores para apreciar sus murallas, puertas y su entorno. De esta manera, podrás llevarte en tu memoria el lugar desde el que el rey alauita gobierna el país.
Art decò arábigo, más destacable que en otras ciudades
El denominado estilo art decò arábigo es una particularidad que se da a menudo en Marruecos. Y sin duda Rabat es uno de sus mayores exponentes, pues emprendió un importante desarrollo urbanístico a comienzos del siglo XX, periodo en el que se encuadran algunos de los edificios más simbólicos del país. Por ejemplo, el Parlamento, el Banco de Marruecos o la Oficina Central de Correos.
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