El León de Ifrane es uno de los principales atractivos turísticos de esta pequeña ciudad enclavada en el Medio Atlas. Pero, ¿por qué es tan famosa entre quienes la visitan? ¿Cuál es su historia y significado? En este post te lo contamos para que, si pasas delante de él, puedas admirarlo mejor.
Ifrane, la ciudad que acoge a este león
Ifrane es conocida en Marruecos por su clima privilegiado y su agradable ubicación: a unos 1.700 metros de altitud, el calor y aridez propios de otras latitudes marroquíes son aquí una quimera. Se trata de una de las localidades con mayores precipitaciones anuales y unas temperaturas más bajas. Es por ello que en sus alrededores predomina el verde del bosque, con el espectacular Parque Nacional de Ifrane como principal reserva natural, repleta de cedros y macacos de Berbería.
En el casco urbano, lo más llamativo son sus edificios con tejados a dos aguas, como es habitual en áreas de montaña de algunos países europeos, de ahí que la llamen ‘la Suiza de Marruecos’. De hecho, el origen mismo de la localidad es de tipo vacacional: se concibió como una especie de resort invernal en tiempos del Protectorado Francés.
Pero precisamente por su carácter reciente, Ifrane carece de grandes mezquitas históricas, madrasas de larga tradición o fortalezas militares cuyos muros esconden leyendas míticas. De ese modo, algo tan sencillo como una escultura de piedra datable en los años 40 se ha convertido en su gran monumento.
Su historia no se conoce a ciencia cierta, pero cuentan la leyenda y los oriundos del lugar que fue esculpida por un soldado nazi alemán o uno fascista italiano, prisionero del centro penitenciario que se ubicó en esta localidad durante la Segunda Guerra Mundial. Esto le daría un carácter más especial a la escultura, aunque parece improbable que así sea, pues algunas fuentes indican que dicha estatua es anterior a dicha contienda.
En cualquier caso, su autor, actualmente desconocido, supo aprovechar el saliente de una roca del terreno para imaginar el imponente cuerpo de este animal, en actitud de reposo. Y lo hace en una de las vías principales de acceso a la ciudad, por la carretera N8, en la calle que más adelante lleva al Parque de Mohammed V y al Mercado Central. En definitiva, un ineludible lugar de paso.
Valor simbólico del León de Ifrane
A todo ello, hay que añadir un dato importante, que le otorga un mayor valor simbólico si cabe: se trata de un león del Atlas o león de Berbería (Panthera leo leo), es decir, una raza ya extinta en libertad, aunque se especula que aún pueda existir algún ejemplar en cautividad. Y se cree que los últimos ejemplares que vivieron en libertad fueron abatidos precisamente aquí, en la década de 1920, cuando aún pervivía la fiebre por su caza, responsable final de la desaparición de dicha especie.
Su gran melena (que en verdad es de color negro, aunque aquí mantiene el mismo color de la piedra) y su cabeza de enormes dimensiones son inconfundibles, pues se trata de un animal que puede superar los 3 metros de longitud. Su destreza como cazador hacía que fuese habitual avistarlo en solitario, precisamente como se muestra en la roca de Ifrane.
Por su belleza y valor simbólico, fotografiarse con el León de Ifrane se ha convertido casi en un ritual de recuerdo de la visita a Ifrane pero, también, de recuerdo de esta especie tan característica de la región. Y tú también podrás hacerlo en muchos de nuestros circuitos, pues pasan por esta ciudad de camino de Fez al desierto.