Cuando hablamos de gastronomía marroquí no sólo nos referimos a los platos típicos que puedes degustar en un restaurante. Tu viaje también puede ser una buena ocasión para probar productos que normalmente no se encuentran a mano en tu país de origen y que aquí podrás conseguir con sólo entrar en un supermercado. Eso es lo que ocurre con el leben, la leche agria que tanto se consume en Marruecos. En las siguientes líneas te contamos todo lo que debes saber.
Qué es el leben, el lácteo estrella de Marruecos
Cierto es que Marruecos no destaca por la producción y el consumo de lácteos: según la Encuesta Nacional sobre el Consumo y los Gastos de los Hogares de 2013-2014, los marroquíes consumen de media 59 litros de leche al año en sus diferentes formas, por debajo de la media mundial. Y la mitad de esa cifra se destina a la leche líquida pasteurizada.
En esa encuesta se indica, a su vez, que el 16% de los litros de leche consumidos se ingieren mediante yogures, como son el raib o el leben, que si bien no es exactamente un yogur (aunque muchos lo llaman el ‘yogur árabe’), se puede asemejar en aspecto y textura. Por tanto, su consumo está muy extendido, aunque resulta difícil trazar su origen.
Algunos apuntan a que no no es marroquí, ni siquiera árabe, sino que pudo surgir en tiempos del Imperio Bizantino en la región de los Balcanes, pero se difundió posteriormente entre los países de religión musulmana, probablemente durante la época otomana, que englobaba a buena parte de ellos (aunque no a Marruecos). Otras teorías relacionan el leben con los lácteos fermentados que la población nómada del norte de África producía para mantenerlos a temperatura ambiente.
El leben, también escrito como laben o laban, es un lácteo que se obtiene del suero de leche, que se consigue tras pasteurizar y fermentar la leche, de tal modo que se separa éste de la parte grasa o mantequilla. La leche que se suele utilizar en el leben es de vaca, aunque también los hay de cabra, que le da un sabor aún más intenso.
Cómo y por qué tomar leben
No tendrás ninguna complicación para tomar un leben en Marruecos: no hace falta cocinarlo ni mezclarlo con otros productos. Es suficiente con verter un poco de contenido en el vaso y beberlo. Y a ser posible, frío, pues se toma a modo de bebida refrescante, aunque en los supermercados locales no siempre se encuentra en los expositores refrigerados, sino en formato de brick, en los lineales generales.
Su sabor agrio es natural, pero en algunos casos hay leben con otros sabores para matizar el gusto fuerte de este lácteo. En cafeterías o locales de gastronomía, se puede tomar como acompañamiento de determinados platos, en especial el cuscús, una combinación que para muchos es irrenunciable.
Por tanto, un buen motivo de la popularidad del leben en Marruecos es su carácter refrescante, pero también son muchos los que lo toman por sus beneficios para la salud. Su contenido es rico en vitamina B y calcio, como buen lácteo que es. Y el hecho de haber experimentado un proceso de esterilización refuerza su papel probiótico, por lo que podría ayudar a mantener un sistema inmunológico robusto.
Como ves, encontrar leben en Marruecos te será sencillo. Y tomarlo no te supondrá un gran esfuerzo, ni económico ni de preparación. Así que los beneficios lo compensarán con creces: te refrescará de forma saludable y te ayudará a conocer mejor este alimento clave de la cultura marroquí. Y si es con un cuscús, ¡mucho mejor!