El Festival de las Rosas de Marruecos es una de las fiestas tradicionales más genuinas y coloridas del país. Por ello, en este artículo te contamos cuándo y dónde se celebra en 2020, aunque también te servirá de base para futuros años, pues siempre tiene lugar en la misma localidad el segundo fin de semana de mayo. Toma nota si quieres descubrir con ello el Marruecos más auténtico y pasar dos días en un ambiente con aroma especial.
Qué es, cuándo y dónde se celebra este Moussem
El Festival de las Rosas de Marruecos, como su nombre indica, es un evento que se organiza en torno a esta flor, tan abundante en el llamado Valle de las Rosas, al sur del país. La localidad en la que tiene lugar es Kelaa M’Gouna, a unos 100 kilómetros de Ouarzazate, considerada la puerta del desierto. Este año, el festival cae en el fin de semana del sábado 9 y domingo 10 de mayo, unas fechas en las que esta pequeña localidad de unos 15.000 habitantes recibirá numerosos visitantes, duplicando su población. No obstante, la mayoría de estos visitantes son marroquíes procedentes de otras regiones, por lo que el ambiente de la fiesta local mantiene toda su autenticidad.
Qué se hace en el Festival de las Rosas de Marruecos
El cometido principal del Moussem o Festival de las Rosas de Marruecos es precisamente recoger estas flores y producir el famoso extracto de rosas, empleado para muy diferentes cosméticos. La variedad local de rosa es la damascena, muy resistente al frío y a la sequía, condiciones climáticas extremas que se dan en el desierto. Según datos de la organización, se procesan hasta 4 toneladas para conseguir apenas un litro de este extracto. Por tanto, se trata de un evento sensorial que se disfruta con la vista gracias a su enorme colorido, pero también con el olfato puesto que Kelaa M’Gouna se baña de un aroma característico y muy agradable. E incluso con el tacto, puesto que los puestos y tiendas de la localidad venden jabones, cremas, perfumes y otros muchos productos de elaboración artesanal.
Una fiesta del folclore local
Sin embargo, la popular tarea de recoger y procesar las rosas sirve también como excusa para organizar un festival cultural mucho más amplio, en el que los visitantes podrán conocer de primera mano otros muchos elementos típicos del folclore del Valle de las Rosas. Por ejemplo, podrán asistir a espectáculos de su danza tradicional, en el que la mujer hace el papel de abeja y el hombre el de apicultor, impulsados por el ritmo de tambores y flautas. Un baile que muestra la vital dependencia del hombre de la mujer, la mujer, a su vez, de la naturaleza.
Por otro lado, los agricultores de la zona aprovechan la fiesta de las Rosas de Marruecos para vender sus alimentos, mientras que los artesanos hacen lo propio con sus objetos: alfombras, cerámicas, artículos de cuero, bisutería, etc. De modo que esta fiesta supone un gran impulso para la economía local, tanto a nivel turístico como productivo.