Como contamos a menudo en este blog, Marruecos ha servido de inspiración para grandes artistas, en especial pintores, que viajaron hasta aquí en el pasado y quedaron fascinados con su luz y exotismo. Y el iniciador de todo ello fue probablemente Eugene Delacroix, uno de los mayores exponentes del Romanticismo gracias, en buena medida, a todo lo que vivió durante el viaje que protagonizó en 1832. En este post te contamos lo más interesante de Delacroix en Marruecos, en especial su experiencia y legado.
El viaje de Delacroix a Marruecos
En 1832, Eugene Delacroix era ya un pintor reconocido por todos en Francia. Había pintado alguna de sus obras maestras, como La libertad guiando al pueblo. Y se le presentó una ocasión inmejorable para cumplir su sueño de viajar a Oriente (que en el imaginario colectivo de Occidente era el mundo exótico que se abría más allá del Estrecho de Gibraltar): se embarcó en una delegación oficial organizada por el rey Luis Felipe I de Francia.
Ese viaje duró seis meses y le llevó a numerosos rincones de Marruecos y Argelia, y le permitió acceder a los ambientes más privados y privilegiados de aquella sociedad: desde la corte del sultán Mulay Abderraman hasta las casas de las más humildes familias bereberes. Y todo lo que vio con sus ojos le causó una honda impresión por el costumbrismo de las escenas rurales y urbanas, y por la pureza de sus paisajes vírgenes.
Su periplo dejó numerosos cuadros y dibujos, así como un diario de viaje y un cuaderno o álbum de croquis. Además, esta experiencia le acompañó toda la vida, puesto que tiempo después en Francia realizó importantes obras de ambiente marroquí, entre las que destaca Mulay Abderraman, Sultán de Marruecos, saliendo de su palacio de Meknes rodeado de su guardia (1845).
Durante su viaje, además, Delacroix aprovechó para comprar numerosos objetos artesanales, como cerámicas, accesorios de cuero o utensilios cotidianos, que le sirvieron de inspiración para obras posteriores y a los que recurrió para las composiciones de algunas de sus obras.
Dónde seguir sus pasos los pasos de Delacroix en Marruecos
La inmensa mayoría de obras de Eugene Delacroix se encuentran en su Francia natal, puesto que se llevó consigo prácticamente toda su producción. El Museo Nacional Eugene Delacroix de París, en la última casa y estudio del artista, el Museo del Louvre o el Musée des Augustins de Toulouse son algunos de los más importantes donde se conservan cuadros del pintor relacionados con el viaje.
Sin embargo, si lo que quieres es ver obras de Delacroix en Marruecos, tus pasos te llevarán al Museo Orientalista de Marrakech. Esta pequeña galería, situada en la medina de esta ciudad imperial, reúne obras de lo que en Occidente se conoce como corriente orientalista y que, como hemos visto, tiene en este pintor francés a uno de sus máximos exponentes.
Además, cabe decir que de vez en cuando se organizan exposiciones sobre Delacroix en Marruecos. La más destacada fue, sin duda, la que albergó el Museo de Arte Moderno Mohammed VI de Rabat en 2021, que rindió un homenaje al viaje del artista casi 200 años después. Y no es descartable que en próximos años se organicen nuevas muestras sobre el pintor, tanto en estos museos como en otras galerías del país.
Así que si eres un viajero con sensibilidad por el arte y quieres seguir los pasos de Delacroix en Marruecos, puedes ponerte en contacto con Turismo Marruecos para dejarte asesorar sobre el programa y sentir la misma emoción que experimentaban los artistas del pasado durante sus expediciones al exótico norte de África.