El norte de Marruecos tiene una estrecha relación con el mundo clásico. Como veíamos en un reciente post, porque el héroe griego Hércules, según Plinio el Viejo, se marchó a descansar a las cuevas de su nombre, cerca de Tánger, donde además luchó con Anteo. Pero también porque este mismo personaje realizó en Lixus, Marruecos, su undécimo trabajo: el de robar las manzanas del Jardín de las Hespérides. Sin embargo, lo que nos trae hasta aquí en este post es otro motivo: el de viajar al gran puerto pesquero del occidente romano, que acaba de ser restaurado y reabierto.
Qué hubo en Lixus, Marruecos
El gran puerto pesquero del Atlántico romano estaba en Lixus. Marruecos, mucho antes de que existiera como tal, era un lugar estratégico para este gran imperio, pues aquí tenía una gran factoría de salazones de pescado y del famoso garum: un alimento muy apreciado a base de hígados, huevas, sangre e intestinos de pescado. Algo así como el caviar de la época, que llegó a otros confines del Imperio.
Pero Lixus era mucho más que una simple factoría: era una ciudad nacida y crecida al calor de esta actividad, con un tamaño de unas 60 hectáreas y que alcanzó su cénit con el emperador Claudio (41-54 d.C.).
Qué hay ahora en Lixus
En Lixus, Marruecos ha llevado a cabo uno de sus más ambiciosos proyectos de excavación y conservación arqueológica, así como de puesta en valor. Desde primavera de 2019, las ruinas de esta ciudad pesquera son visitables de una forma más cómoda y satisfactoria, con centro de recepción de visitantes, paneles explicativos y otros servicios.
Varios son los espacios de especial interés en este gran yacimiento arqueológico. Por ejemplo, las cisternas donde se salaba el pescado, las ruinas de un palacio y un barrio nombre, y sobre todo, las escalinatas de un anfiteatro de 800 m2, único en África. Otro punto de interés es el punto más alto de su colina: desde allí puede divisarse la desembocadura del río Lukos, cuyo estuario forma diferentes meandros antes de fundirse con el océano Atlántico.
Cómo visitar Lixus en tu viaje
Tras la reapertura, para acceder a Lixus es necesario sacar una entrada, que cuesta en torno a 70 dirhams. La ciudad más cercana a este yacimiento es Larache, una ciudad de unos 100.000 habitantes cuyo interés turístico gravita entre estos estos romanos y algunos edificios que recuerdan la época del Protectorado español. En esta ciudad encontrarás hoteles, restaurantes y todos los servicios que precisa un viajero.
Si quieres centrar tu viaje en torno al turismo arqueológico, puedes configurar un circuito por el norte de Marruecos, pues el otro gran yacimiento romano del país es Volubilis, situado a unos 190 km, junto a Meknes. Además, los principales objetos y obras de arte, tanto de Lixus como del Marruecos romano (Mauritania Tingitana) están en el museo de otra ciudad del norte: el de Bellas Artes de Tetuán, aunque aunque también hay en el Arqueológico de Rabat.
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