El Islam en general y su libro sagrado en particular, el Corán, son dos grandes desconocidos para quienes no profesan la religión de Mahoma, a pesar de que está en boca de todos en un mundo globalizado como el actual. Por ello, para saber más sobre la religión de Marruecos, viajar hasta aquí puede ser una interesante decisión. En este artículo te indicamos algunas informaciones y datos que te sorprenderán.
Musulmanes y árabe no son lo mismo
Musulmán designa a todo aquel que profesa el Islam, por lo que puede ser un sinónimo de islámico. Pero árabe solo hace referencia a las personas originarias de la Península Arábiga o a las de cultura o etnia procedente de dicha región, que tras la muerte de Mahoma se expandieron por el norte de África, incluido Marruecos. Sin embargo, hay muchos musulmanes que no son árabes, como por ejemplo en Bangladesh o Indonesia.
El velo no es obligatorio
A pesar de que se considera una norma inexcusable en muchos sectores, como las familias más rigurosas, el velo es un elemento opcional para las mujeres. De hecho, cada vez es más habitual ver a mujeres que profesan esta religión en Marruecos pero sin el llamado hiyab, especialmente en el ámbito universitario y en las grandes ciudades. Se trata de un elemento que denota recato y pureza, como indica el Corán y como se emplea en ciertos contextos de otras religiones, por ejemplo el cristianismo o el judaísmo. Pero no se debe interpretar como un ejemplo de sumisión de la mujer al hombre, al menos si esa elección se toma con libertad.
Jesucristo es un profeta para los musulmanes
Aunque el fundador del Islam fue Mahoma, el Corán reconoce a Jesucristo como un profeta o mensajero de Dios. Además, también reconoce el mismo carácter a otros personajes evangélicos, como Moisés o Abraham.
Jerusalén también es santa para los musulmanes
La ciudad de Jerusalén no solo es santa para las religiones cristiana y judía, sino también para la musulmana, pues según la tradición Mahoma ascendió a los cielos en la mezquita Al-Aqsa, situada en la denominada como Explanada de las mezquitas.
El calendario musulmán es diferente al occidental
Algo que te llamará la atención en tu viaje es que el calendario no coincide con el nuestro. Y eso también es consecuencia de la religión de Marruecos: el calendario islámico comienza a contar desde la Hégira, es decir, la emigración de Mahoma desde La Meca a Medina en el año 622. Además, no es solar, como el nuestro, sino lunar, por lo que tienen unos años de 354 días y otros de 355. Por ello, el Ramadán cae en fechas diferentes cada año. Para entenderlo, nuestro día 1 de enero de 2020 equivale al 5 Jumama I-UdA del año 1441 para los musulmanes.
El rol del hombre en la religión de Marruecos
Otro de los aspectos que recoge el Corán es la distribución de las funciones en la familia. Si bien las mujeres han de ocuparse del cuidado de los niños, no necesitan aportar dinero a la economía familiar, pues son los hombres los que han de encargarse de ello. Pero esta norma, como otras muchas cuestiones de esta religión en Marruecos, también se ha ‘relajado’ en la actualidad y se está adaptando a los nuevos tiempos, con una progresiva y decidida incorporación de la mujer al trabajo, especialmente con la aprobación del nuevo código familiar marroquí: Mudawana.