El birdwatching en Marruecos es todavía una actividad por explotar. Y tiene mucha ‘materia prima’. La riqueza natural de este país es uno de sus grandes bienes de cara al turismo, y a nivel ornitológico no es una excepción. Si eres amante del avistamiento de aves, en este post te contamos qué ver y cuándo hacerlo.
Por qué hay buenas condiciones para el birdwatching en Marruecos
Varias son las razones que hacen propicio el birdwatching en Marruecos. La primera de ellas es la diversidad de hábitats y ecosistemas, que a grandes rasgos son tres: la costa atlántica, el área esteparia y desértica y la alta montaña. Y en todos estos ecosistemas encontraremos especies ligadas estrechamente a ellos. Otra razón de la riqueza ornitológica del país es su gran extensión y la existencia aún de enormes espacios sin urbanizar. Y por último, su latitud y clima estratégicos para las grandes migraciones de aves: aquí encuentran un clima más cálido en época fría, por lo que numerosas especies migran desde el norte de Europa hasta Marruecos.
Por ello, una buena época para hacer birdwatching en Marruecos es el otoño e incluso el invierno, por ser periodo de estancia natural de numerosas aves migratorias. Sin embargo, el verano también puede ser un magnífico momento para avistar determinadas especies marinas en la costa atlántica, como veremos. Para una mayor claridad expositiva, hemos dividido en tres apartados las especies presentes en el país.
Aves marinas y migratorias
Son las que tienen su hábitat natural en las costas del Océano Atlántico. Gaviotas, limícolas y zancudas son aquí las grandes protagonistas. Uno de los mejores destinos en este sentido es Oualidia, que dispone de kilómetros de costa marítima pero también una zona interior de laguna. Cormoranes o correlimos están entre las especies más numerosas. Essaouira es otra ciudad que ofrece un gran espectáculo ornitológico, gracias en parte por la abundancia de islotes frente a sus costas, siendo el hogar perfecto del Halcón de Eleonor. En las zonas de acantilados, no es difícil encontrar el halcón peregrino, el halcón borní y el halcón de berbería. Y en general, desde Larache hasta la Laguna Khnifiss, harás siempre un buen uso de tus prismáticos.
Aves esteparias y desérticas
El gran desierto del Sahara y su área pre-desértica ofrecen también gran interés para quienes deseen practicar birdwatching en Marruecos, pues hay un buen puñado de especies asociadas. Una somera lista de ellas incluye: alondra ibis, collalba culirroja, terrera común, alondra sahariana, collalba magrebí, terrera sahariana y búho del desierto. Tagdilt, a unos 140 kilómetros al este de Ouarzazate, es uno de los destinos preferidos en este sentido. Lo mismo ocurre con la Garganta del Todra y Merzouga, ya en pleno desierto.
Aves de montaña y rapaces
Y cómo no, la abundancia de riscos en las zonas de montaña y alta montaña acogen a numerosas especies de rapaces, entre las que se incluye el resbaladizo quebrantahuesos. Más fácil de ver son el águila perdicera y el águila real. Otras especies que desfilarán por tus prismáticos y tu objetivo fotográfico son la alondra cornuda lapona, la chova piquirroja, la chova piquigualda y el camachuelo rosado. Por su parte, en áreas boscosas ligadas a las montañas están el pito de levaillant y el colirrojo diademado, mientras que en zonas de matorral habita la curruca del Atlas.