¿Alguna vez te has preguntado por qué está más rico el cuscús en Marruecos? ¿Aún no lo has comprobado y quieres saber cuáles son sus secretos? En tu próximo viaje podrás descubrirlo, pero aquí te damos un adelanto de lo que te espera si decides probar este delicioso plato de la gastronomía local en alguno de los muchos (y buenos) restaurantes que encontrarás en el país.
Añadir un poco de aceite en el agua
Uno de los primeros requisitos del cuscús es que los granos queden sueltos y no se apelmacen entre sí. Para ello, nada mejor que añadir un poquito de aceite al agua en el que luego se remojarán los granos. Si ese aceite es de oliva, mucho mejor, aunque lo habitual en Marruecos es emplear aceite de girasol, lo cual también es una buenísima opción.
Añadir mantequilla para separar
El aceite en el agua ayuda, pero quizás no sea suficiente. Por ello, también se recomienda añadir una cucharadita de mantequilla después de que el cuscús haya reposado, pero antes de que se haya enfriado. Con la ayuda de un tenedor deberás mezclar la mantequilla y separar los granos.
Separar con las manos
El tenedor es el utensilio más habitual en la actualidad para separar los granos del cuscús. Pero la verdadera forma tradicional de hacerlo es con las manos, para lo cual se deben respetar los máximos estándares de higiene o bien emplear guantes de cocinero. De esta manera, la separación de los granos es aún más efectiva.
Caldo en lugar de agua
De la misma manera que uno de los secretos de la paella española es el fumet para hacer el arroz, algo parecido se puede aplicar al cuscús de Marruecos: si en vez de agua empleas algún caldo, por ejemplo de verduras o de pollo, los granos adquirirán un plus de sabor que notarás rápidamente en tu paladar.
El cuscús en Marruecos, con cuscusera
Aunque este tipo de recipientes no sea muy común en tu país de origen, debes saber que es muy habitual cocinar el cuscús en Marruecos con cuscusera. Se trata de una especie de cazuela con dos niveles: en el inferior está la marga, donde se ubica el agua o caldo que desprende el vapor, y en el superior está la mafaradda, con pequeñas perforaciones donde se deposita el cuscús.
Saca tu imaginación con los recipientes
Cuando tomes cuscús en Marruecos, quizás te sorprendan con el emplatado elegido. Por supuesto, el más tradicional es el cuenco de barro, con la tradicional ‘chimenea’ cónica si forma parte de un tajín. Sin embargo, también se pueden usar otros recipientes más creativos, por ejemplo más pequeños si se quiere ofrecer como aperitivo. O incluso, en una verdura vaciada, como pimientos, configurando una propuesta deliciosa en su conjunto.
Estos son solo seis secretos del cuscús en Marruecos, pero puede haber otros muchos más. De hecho, cada restaurante tiene los suyos propios. Si organizas tu viaje con nosotros, sabremos aconsejarte sobre los mejores locales para degustar este plato tan característico de la gastronomía marroquí.